El ABS es un sistema con el que se varía la fuerza del frenado de un vehículo, ya sea un automóvil, un avión o incluso algunas motocicletas, evitando de esta manera que los neumáticos pierdan adherencia con la calzada. Las siglas provienen del inglés de Antilock Brake System, en español, Sistema Antibloqueo de Ruedas.
En la Unión Europea, desde el año 2004, es obligatorio que todos lo vehículos que se fabriquen cuenten con este sistema.
Historia del ABS
La compañía Bosch fueron los que en el año 1936 patentaron por primera vez la idea. Su objetivo era dificultar el bloqueo de las ruedas durante una frenada brusca, aumentando la seguridad. Pero no fue hasta el año 1970 cuando la firma pudo desarrollar un dispositivo eficaz y listo para su comercialización, ya que hasta entonces no se contaba con la tecnología necesaria para que el sistema realizara todos los cálculos de forma rápida.
Funcionamiento y partes del ABS
Al pisar el pedal del freno se empuja un líquido a través de unos circuitos, y como un líquido no se puede comprimir, esa presión es transmitida a los frenos. Por lo tanto, si se le quita presión al líquido podemos evitar que las ruedas se bloqueen, sin que el conductor levante el pie del pedal. Para ello, se instalan unas electroválvulas que cuando reciben una señal eléctrica de la centralita del ABS, dejan pasar el líquido a un circuito diferente, liberando el freno de esa rueda.
Además de las electroválvulas, que son las que regulan la presión del freno en cada rueda abriéndose y cerrándose, y la centralita que es la que trabaja todos los datos obtenidos, existen también los sensores de giro en las ruedas y una unidad de mando que es donde se decide si se deben abrir o cerrar las electroválvulas.
Fuente: https://helloauto.com/glosario/abs